Cuando acudimos a un salón de peluquería, es importante fijarse en todos los detalles. Observando desde
si nos gusta la presencia de los empelados, su aspecto general, hasta el aspecto
del local.
El secreto de un buen estilista, es que te sientas bien y quedes
contenta con tu acabado, para que vuelvas a acudir alegremente al mismo
sitio.
RECONOCE UNA MALA PELUQUERÍA
Muchos clientas esperan a ser atendidos
Los empleados chismorrean en un rincón o en medio del salón en vez de
esmerarse y atenderte.
Tu peluquero llega corriendo con 30 minutos de retraso, pero nadie te ha
avisado.
Las revistas son atrasadas.
El local está algo sucio y con aspecto descuidado.
No te gustan los acabados de los peinados, ni de los empelados ni de los
clientes. No te gusta el aspecto de los empleados.
Cuando dices que no estás contenta con el resultado, el estilista se
muestra reacio a aceptarlo.
El personal no se acuerda de ti de una visita a otra.