Para el
masaje puedes usar una crema hidratante o aceite específico ya preparado.
1.
Comienza el masaje extendiendo un poco de aceite o de crema sobre todo el pie,
desde los dedos hasta los tobillos, en linea recta y con movimientos largos y
firmes.
2.
Masajea cada dedo con movimientos circulares, entirándolos al mismo tiempo que
los frotas.
3.
Ahora trabaja la planta del pie, centrándote en las áreas comprendidas entre
los huesos que van desde los dedos hasta el talón. Trabaja con movimientos
circulares y presiona con firmeza.
4. A
continuación, toma cada pie entre tus manos, y, con un rápido movimiento,
masajeándolo hacia arriba y hacia abajo.
5.
Utiliza los nudillos para frotar y ejercer presión sobre el arco del pié, y después presiona la planta hacia los dedos con la palma
de la mano.
6.
Relájate unos minutos y después pasa al dorso del pie. Presiona ligeramente la piel de entre los dedos y a lo largo de todo el pie, hasta la base de
la pantorrilla.
7.
Termina masajeando el tobillo varias veces, haciendo movimientos circulares y
estirando el pie con los dedos hacia atrás.